El “testing”, “test de situación” o “prueba de verificación in situ” es una técnica o prueba empírica utilizada para recoger información y evidencias probatorias acerca de prácticas discriminatorias que se puedan estar produciendo. Este tipo de pruebas se utilizan para investigar y poner de manifiesto las situaciones de discriminación que tienen lugar en diversos ámbitos: empleo, vivienda, acceso a bienes y servicios, educación, etc. Consiste, básicamente, en comparar el trato recibido por parejas o grupos de personas similares pero cuya única diferencia radica en la característica particular “potencialmente discriminatoria” que se desea analizar (la edad, la discapacidad, el género, el origen racial o étnico, etc.).
Es decir, en una situación idéntica, se confronta al supuesto autor de una discriminación (un empresario, un arrendador,etc.) a dos grupos personas: uno que posee la característica susceptible de generar la discriminación y otro (de control) que es idéntico desde el punto de vista de todas las características pertinentes. De esta manera, se observa y compara el comportamiento del supuesto agente discriminador frente a estos dos grupos de personas para detectar si existe o no un trato desfavorable.
En este caso hemos centrado nuestro trabajo en analizar la discriminación laboral que sufren las personas trabajadoras extranjeras en el acceso al mercado laboral. El acceso al trabajo constituye el momento inicial en el cual una persona trabajadora de origen extranjero puede ser discriminada. Tal y como subrayan muchos autores que citamos en esta publicación, la mayor parte de la discriminación laboral tiene lugar en el reclutamiento, cuando por alguna razón gente que pertenece a algún un grupo étnico o a algún grupo demográfico, tiende a ser rechazada para un puesto de trabajo o, simplemente, a ser excluida de poder optar a él.
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